Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.
Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.
Deja de imaginar: experimenta lo real.
Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa.
Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.
No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio.
Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.
Acepta como eres.
Claudio Naranjo.
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