Frecuentes discusiones, falta de entendimiento o de ilusión por la rutina, malestar en la convivencia o infidelidades son las causas más frecuentes por las que las parejas deciden ir a terapia.
En la terapia buscamos la raíz de los conflictos (el problema real de la relación) y fomentamos una comunicación sana y asertiva. Lo principal que buscamos es saber escuchar, empatizar, a saber expresar lo que sentimos sin herir al otro, responsabilizarnos individualmente de nuestros sentimientos y acciones, huir de la dependencia emocional, aprender a discutir, atender y cuidar la relación de pareja, y a poner unas bases para volver a ilusionarse.
El objetivo es que la pareja aprenda a gestionar y resolver sus conflictos, ya que una pareja feliz no es la que no los tiene, sino la que sabe adaptarse y aprender de ellos. La terapia de pareja es mucho más exitosa, si abordamos los problemas nada mas observar el malestar y la falta de entendimiento en la relación, sin dejar que pasen los años y la frustración, decepción y distanciamiento entre los miembros. Nos sirve para recuperar lo que un día perdieron y crecer en la relación sin que sea demasiado tarde para recoger los restos del naufragio o bien para aceptar y afrontar que la relación ha terminado sin que suponga ni mucho menos, una derrota, pues en ocasiones, la ruptura es la mejor de las soluciones. Desde esta perspectiva acompañamos a la pareja para que sea una ruptura lo menos dolorosa y confictiva posible.